0 Comentarios / Publicado en Por Rudolf Zawrel


La molécula C60 corresponde a un átomo de carbono con una forma semejante a un balón de fútbol con sesenta lados, de los cuales cada pico corresponde a un átomo. Resulta más duro que el diamante bajo presión, sin embargo, es suave y delicado cuándo no está sometido a presión y es también muy estable. El carbono es la sustancia, la “esencia” de la vida y la molécula C60 posee una forma muy especial. En la naturaleza, podemos encontrarlo en las piedras, especialmente en las denominadas piedras Shungit, una piedra negra con múltiples propiedades, que proviene fundamentalmente de Rusia. Científicos y doctores han estado desconcertados sobre los misteriosos efectos curativos que, sobre muchas enfermedades, tenían estas piedras desde hace siglos. Las Shungit poseen propiedades terapéuticas ya sea si se toma un baño en lagos dónde se encuentran, o bebiendo el agua dónde se depositan, porque son capaces de purificar el mismo agua.   



Basándose en estimaciones, el científico japonés Eiji Osawa,  pronosticó la existencia de la molécula C60, inicialmente, en el año 1970. Sin embargo, no fue hasta 1985, cuándo los investigadores Richard E. Smalley, Robert F. Curl jr. Y Harold W. Kroto, tuvieron éxito al producir una pequeña cantidad de fullerenos o átomos de carbono C60. Por este motivo, fueron condecorados con el Premio Nóbel de Química en 1996. En 1990, fueron otros dos investigadores Kratschmer y Huffmann, quienes produjeron con éxito grandes cantidades de fullereno C60.

La molécula recibió el nombre C60 en reconocimiento del arquitecto Buckminster Fuller, quien diseñó la cúpula geodésica, un edificio cuyos lados tienen forma y estructura idéntica a estos átomos. En 2010, un grupo de investigadores canadienses, dirigidos por Jan Cami de la Universidad de Ontario Occidental, detectaron con éxito grandes cantidades de fullerenos C60 en las emisiones de espectros infrarrojos de una nebulosa planetaria, usando imágenes del telescopio espacial Spitzer de la NASA 

Este hallazgo causó un gran furor y hay especulaciones acerca de que el C60 constituya “la semilla de la vida” debido a que sustancias como el hidrógeno, encuentran un espacio protegido en las moléculas con estructura de jaula del C60. Por lo tanto, se convierten en casi indestructibles cuándo entran en la atmósfera de la Tierra.  

Las posibles aplicaciones de la molécula de carbono son tan diversas, que redactaremos otro artículo en este blog para explicarlo. En medicina, biología, química, física y finalmente, como semiconductores de computadoras cuánticas; grandes logros parecen poder alcanzarse sólo con estos fullerenos.  
Palabras clave: Bucky Balls, C60, Fullereno C60, Aceite de Oliva C60, Carbono, Premio Nobel. 


 

0 Comentarios

Deja un comentario

Todos los comentarios del blog se comprueban antes de publicar