Desde Telomas nos hemos puesto como objetivo estudiar la compleja red de relaciones que existe entre el envejecimiento y el desarrollo de sus enfermedades asociadas. Estudios basados en la Ciencia moderna y la aportación de diversos experimentos, permiten evaluar pormenorizada y adecuadamente los fenómenos que aceleran el envejecimiento. Estamos en disposición de interpretar de una manera sencilla estos descubrimientos de carácter científico; más aún, hemos elaborado un producto personalizado en el marco de los complementos alimenticios enriquecedores de la dieta y con sustancias naturales. Actualmente no sólo hemos comenzado a producirlos sino que los comercializamos.

Nuestra finalidad es la prevención del envejecimiento prematuro con la ayuda de fuertes elementos antioxiadantes, así como de potentes agentes neutralizantes de los radicales que ejercen su acción sobre las células del cuerpo. Junto a una dieta y modo de vida adecuados, estos compuestos elevarían la esperanza de vida alrededor de los 120 años. Además, queremos poner a su disposición las sustancias capitales capaces de evitar en gran medida, hasta cinco enfermedades de carácter crónico que suelen resultar en muerte, con los remedios tradicionalmente propuestos por la medicina.

El objeto de estudio parte del análisis del tiempo de vida de los seres humanos. El código genético ubicado en el núcleo de nuestras células cobra la forma de una doble hélice, consistente en ADN (ácido desoxirribonucleico) y ARN (ácido ribonucleico). En sus terminaciones se encuentran una especie de capuchones que protegen la información del ADN de los cromosomas contra el paso del tiempo, y que albergan las superficies deshilachadas del genoma, tal y como si se tratase del capuchón del cordón de un zapato. Su función primordial es la de proteger el material genético (de la doble hélice) del daño. Estas terminaciones se denominan telómeros y precisamente éstos, son vitales para nosotros.

Los telómeros se acortan cada vez un poco más después de cada división celular y a medida que nuestra vida avanza. Cuando nuestras células no pueden dividirse más (se calcula que cada célula puede dividirse entre 60 y 80 veces antes de morir), ésto significa el final de la vida de nuestro organismo. Ocurre también en el caso de enfermedades crónicas. Algunas no están diagnosticadas como dolencias, simplemente aparecen con el paso del tiempo. Sin embargo, existen cinco importantes alteraciones mortales, tales como los trastornos del corazón o el cáncer, que tienen que ver directamente con la longitud de los telómeros. De todos nuestros estudios, lo que queda patente es que los telómeros más largos se encuentran presente en aquellos organismos biológicamente más jóvenes, y los telómeros más cortos están asociados al envejecimiento y las enfermedades asociadas.

Para lograr los resultados deseados, en primer lugar, debemos prolongar los intervalos de tiempo de división de nuestras células haciendo uso de un estilo de vida y de una dieta saludables. Asímismo es deseable deshacerse de las toxinas y agentes como los radicales libres. Ello propicia que las células que deben vivir más duraderamente se regeneren mejor y que los telómeros se extiendan. Al mismo tiempo la Ciencia ha dado cuenta de muchas sustancias herbarias y aisladas, que son responsables de una enzima (proteína) llamada Telomerasa. Esta enzima se encarga de la renovación y extensión de los telómeros, que se encuentran básicamente en las células normales de un adulto, en óvulos y espermatozoides. Curiosamente, se ha descubierto que en células cancerígenas, la Telomerasa se mantiene activa. Esto quiere decir que los telómeros se siguen expandiendo, las células crecen y estas células se convierten desgraciadamente en “inmortales”. La Telomerasa debería activarse en las células sanas y erradicarse en las cancerígenas. Hasta lo que se sabe se han desarrollado, entre tanto, las primeras investigaciones exitosas en laboratorio con el uso de Resveratrol entre otros elementos. La finalidad es la de prevenir el desarrollo de células cancerígenas pero todavía se requiere mucho tiempo y medicación.

Conclusión: Estamos tratando de disminuir la degradación de los telómeros y de incrementar la Telomerasa para restaurar los telómeros, con el objetivo de lograr una vida sana.

Paralelamente, existe un nutrido grupo de investigadores, fundamentalmente de California, que avalan esta misma teoría y están totalmente convencidos de su efectividad. David Sinclair es probablemente uno de los más respetados de entre los investigadores contra el envejecimiento. Anteriormente, estimaba posible sumar unos 10-15 años de vida al denominado “Hayflick” (tope máximo en el número de veces que una célula puede dividirse antes de morir). Para Sinclair, la edad de 120 años era totalmente alcanzable. Hace dos años, sin embargo, el investigador aumentó sus pronósticos hasta los 150 años, llegando a sostener que los 200, incluso los 300 años de vida son posibles. Según otros investigadores, en condiciones ideales se podrían llegar a alcanzar los 1000 años.

Coexisten áreas de la Ciencia que sobrepasan nuestra imaginación. Para empezar el descubrimiento de la tecnología Crispr Cas-9, un recurso capaz de reproducir el genoma de una célula. Es fácil de usar, completamente efectivo y muy barato. Se trata de editar o corregir el código genético, tal y como si se transcribiese un texto. Se necesitarían millones de aöos de Evolución, y se ha conseguido que la proteína Crispr Cas-9 corte un fragmento del ADN eligiendo una secuencia concreta de éste. Es la esperanza de nuestra especie, de la humanidad, por los inimaginables e impensables avances y riesgos significativos que conlleva. En este sentido se hace necesario un cuerpo de reglas, que evite posibles abusos.

Otro aspecto central de la investigación celular, es que los núcleos celulares con largos telómeros consiguen mejores resultados que aquellos que disponen de telómeros más cortos.

Asímismo la reproducción o regeneración de las células de los órganos y de los animales modificados genéticamente, son algunas de las muchas posibilidades del futuro, que repercuten e inciden de manera directa sobre la esperanza de vida.

Cada cuatro años se duplicará el conocimiento médico y éste espacio de tiempo se hará más corto progresivamente. Cada vez la Ciencia avanza más rápido y acumularemos más conocimiento en menor espacio de tiempo. Las oportunidades que posibilitan los descubrimientos de la medicina harán que el período de vida saludable se extienda considerablemente. Grandes corporaciones como Google destinan cientos de millones cada año a la investigación contra el envejecimiento. La carrera hacia la consecución de la inmortalidad parece haberse abierto.

Nosotros en Telomas queremos ir allá dónde nos sea posible, facilitando los recursos a la mayor cantidad de personas posible.

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